Photobucket Si naciste entre 1976 y 1983 y crees que podes ser hijo o hija de desaparecidos, comunicate con la Comisión Hermanos de la Agrupación H.I.J.O.S. Entre todos te estamos buscando. hijos.identidad@yahoo.com.ar

miércoles, 28 de julio de 2010

EEAF


EL EQUIPO ARGENTINO DE ANTROPOLOGÍA FORENSE EN PARANÁ


En el marco de la causa caratulada “SR. FISCAL GRAL. SOLICITA DESARCHIVO DE CAUSAS QUE TRAMITARAN POR ART. 10 LEY 23.049”. que es la mega causa que conocemos con el nombre de “área Paraná” se están llevando a cabo investigaciones para la búsqueda, exhumación e identificación de restos óseos de ciudadanos entrerrianos detenidos-desaparecidos.

En este sentido y con el objetivo de aportar a la identificación de restos óseos de ciudadanos entrerrianos detenidos-desaparecidos estamos expectantes y acompañando en la medida de lo posible el trabajo que está coordinado por el Equipo Argentino de Antropología Forense en Paraná, en el predio ubicado entre las calles Selva de Montiel y Pablo Crauzac, más exactamente en la Chacra Nº 26. O sea hay que agarrar Selva de Montiel hasta el final y un poco antes de llegar a chocarnos con la Calle Juan Baez está la calle Pablo Cruzac. En esa esquina van a ver un cartel que dice que ese predio está custodiado en el marco de una causa.
En esa causa, la causa Área Paraná, ya se llevaron a cabo varios reconocimientos oculares en los lugares donde funcionaron los Centros Clandestinos de Detención. El año pasado se llevó a cabo el reconocimiento ocular en lo que se conoce con el nombre de “la Escuelita”. Durante la última dictadura cívico –militar funcionaron en todo el territorio nacional aproximadamente 500 centros clandestinos de detención. Y a muchos de ellos se los llamó, macabramente, “escuelitas” porque allí “se enseñaba” entre comillas a que “mejor no te metas” y se “enseñaba” mediante las torturas, las violaciones y el terror.


Sin embargo en este caso particular se le dice “la escuelita” porque en 1976 el Centro clandestino de detención se montó en el mismo lugar donde hasta ese momento funcionaba una escuela. Un vecino del lugar que hoy tiene 82 años y que vive ahí cerca desde que nació contó que cursó el ciclo primario en esa escuela que se llamaba Escuela N° 19 Balbarrey. Eso fue aproximadamente entre 1934 y 1938, que desde los 20 años de edad formó parte de la Comisión Cooperadora de la Escuela y que sus cuatro hijos fueron a la primaria a esa escuela.
Es este mismo vecino el que declara ante el Poder Judicial de la Nación que recuerda que “en aquella época comprendida entre 1976 y 1979 personas vestidas con uniforme verde no dejan transitar a nadie por dicho lugar” y que él tenía que circular por otros aminos para venir hasta el centro de Paraná. Se acuerda que existía un paredón en la parte trasera del predio, un pozo de aproximadamente 32 metros de donde se abastecían de agua y un molino. Que en aquellos momentos se encontraban puestos de guardia de personal uniformado en ambos extremos de acceso al lugar y controles sorpresivos de personas y vehículos.


El vecino concluye su relato contando que después de que se retiraron esas personas del lugar quedó deshabitado por completo, y antes de su demolición por completo en los primeros años del retorno a la democracia, se pudieron ver varios escritos en las paredes que refuerzan la posibilidad de que hayan sido militantes políticos quienes estuvieron secuestrados en “la Escuelita”.


Desde aquellos años y hasta la fecha la Escuela N° 19 María Rosa Balbarrey está ubicada en la calle Crisólogo Sarralde S/N y calle 211 del Paraje “Las Piedras”, en Paraná. Y que “oh casualidad” no cuenta con libros históricos ni archivos que daten de esa época”.


El año pasado cuando nos acercamos hasta el lugar vimos que el lugares e trataba de un descampado con pastizales de bajas alturas, sin ningún tipo de alambrado perimétrico, ni edificación, y sólo se observaba la existencia de dos viejos árboles de la especie Ombú. Entre la vegetación se pueden observar restos de escombros y se pudo encontrar el lugar donde habría estado el pozo de agua. Pozo en el cual varios testimonios tomados en la causa señalan que podría haberse inhumado restos óseos de las personas detenidas-desaparecidas durante la última dictadura.


Hoy en ese mismo predio, nada más que con un ombú menos luego de una gran tormenta, ya se llevó a cabo la primera medida propuesta por el Equipo Argentino de Antropología Forense para el “plan de trabajo para la realización de excavaciones y eventuales exhumaciones de restos humanos en el predio ubicado en las afueras de Paraná.”


En junio se entregó al poder judicial de la Nación el Estudio geotécnico que se realizo con el objetivo de determinar las características del perfil geotécnico en el sector de cara a una futura excavación a cielo abierto, estableciendo parámetros y medidas que faciliten y aseguren los trabajos que allí se desarrollen, como así también medidas de precauciones especiales que sean necesarias en función del perfil geotécnico detectado.


Se utilizó un software de última generación y se realizaron modelaciones de excavación para determinar la pendiente máxima admisible.


Dice: “tal como se sospechaba gran parte del pozo en cuestión fue rellenado con distintos materiales en su gran mayoría escombros.”


Los sondeos que se realizaron dentro del pozo de agua alcanzaron una profundidad de unos 30 metros. En detalles: la parte superior del pozo, hasta los 13 metros y medio de profundidad, fue rellenado con suelo firme y arcilloso mezclado con algo de escombros finos irregulares. A partir de los 13 metros y medio se encontró con 10 metros de rellenos de escombros de mayor tamaño entre ellos trozos o fragmentos de mampostería de ladrillo común y el los últimos metros se encontraron restos más finos y de distintos materiales como maderas y plásticos.


Hace un par de meses (ver cuando) sesionó en Paraná el Consejo de la Magistratura de la Nación. Se llevó a cabo la Audiencia Pública Periódica de Información del Consejo de la Magistratura que se desarrolló con el propósito de difundir y dar publicidad a los actos del organismo durante el último período, analizando y debatiendo sus resultados, y ocasionalmente dando a conocer diversos proyectos en marcha.


En ese marco, los consejeros y funcionarios judiciales locales se trasladaron en horas de la siesta al predio de La Escuelita, para observar los trabajos de estudios geotécnicos, que recién contábamos, a cargo de la empresa Incociv, tendientes a determinar la estabilidad del suelo para las posteriores excavaciones.


En aquella oportunidad Luis María Cabral, presidente del Consejo de la Magistratura, comentó que “hay distintos testigos en esta causa que han permitido identificar un antiguo pozo al cual se habrían arrojado cuerpos y el juez de la causa (Gustavo Zonis) ha pedido los recursos necesarios para poder realizar la investigación, la determinación del lugar exacto en el que estaba el pozo, que eso ha podido hacer, y para poder llegar a encontrar restos humanos si es que efectivamente hay allí”.


Por su parte, Pablo Vassel, representante del Consejo en la Unidad de Superintendencia para delitos de lesa humanidad de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, remarcó: “El juzgado nos mostró la investigación que se está haciendo en un pozo que habría sido utilizado para eliminar restos humanos. Estamos viendo la magnitud de la tarea y reconociendo el trabajo del Juzgado”.


Vassel sostuvo que, una vez más, en el caso de “La Escuelita” se repite el procedimiento habitual de los responsables de la represión ilegal de destruir las evidencias de los crímenes. “Acá hubo un objetivo que se ve en toda la geografía argentina de eliminar pruebas. La clandestinidad era algo así como el meollo del plan criminal que la Corte Suprema señaló en el juicio a los ex comandantes. El plan se basaba en la clandestinidad como un mecanismo de perpetuación del miedo para las personas que no sabían qué había pasado con sus familiares”.


No hay comentarios: