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miércoles, 1 de diciembre de 2010

Un médico y cinco oficiales a juicio por el robo de bebés

El juez federal Gustavo Zonis envió al Tribunal Oral la causa Hospital Militar de Paraná. Aunque seguirán buscando a uno de los menores, los acusados serán juzgados por los dos hechos


Cinco hombres de Inteligencia del Segundo Cuerpo del Ejército y un médico militar anestesista que prestó servicios en el hospital San Martín de Paraná hasta el momento de su detención, son los procesados que irán a juicio oral y público el año que viene acusados de ser autores mediatos de los delitos de Supresión de estado civil de menores de 10 años y Sustracción de menores de 10 años, luego de que el juez Gustavo Zonis elevara ayer al Tribunal Oral Federal la causa conocida como Hospital Militar.

Es la tercera causa por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura que es elevada a juicio en Entre Ríos. Antes se dio el mismo paso decisivo con los expedientes sobre el secuestro y torturas contra 18 estudiantes secundarios de Concepción del Uruguay y las desapariciones de dos concordienses, que tienen como principal imputado al general Albano Harguindeguy.

En la causa Hospital Militar, que lleva el nombre de quien al momento de los hechos era jefe de la II Brigada de Caballería Blindada con asiento en Paraná, Juan Carlos Ricardo Trimarco –hoy declarado inimputable por problemas de salud–, se investigó el robo de los hijos mellizos –uno de cada sexo– de la detenida-desaparecida Raquel Negro, ocurrido entre fines de febrero y principios de marzo de 1978 en el nosocomio castrense de avenida Ejército. La pesquisa se inició en 2005, a partir de la denuncia del por entonces coordinador del Registro Único de la Verdad , Guillermo Germano, el 18 de mayo de ese año, y tres años y medio después permitió el hallazgo de la hija mujer de Negro, con un grado de certeza del 99,99% en los estudios de ADN.

Quienes irán a juicio son los integrantes del Destacamento de Inteligencia 121 Pascual Oscar Guerrieri, Jorge Alberto Fariña, Juan Daniel Amelong, Walter Salvador Pagano y Marino Héctor González, y el médico del Hospital Militar Juan Antonio Zaccaría.

El nacimiento de los mellizos se produjo en forma clandestina y los niños fueron separados de su madre y alojados en la unidad de Terapia Intensiva del Hospital Militar, que no contaba con unidad de Neonatología. El personal de enfermeros los llamó Soledad y Facundo. El bebé varón presentaba un precario estado de salud. Esto motivó que los médicos del servicio de terapia gestionaran el urgente traslado a un centro de mayor complejidad.

Los bebés fueron derivados al Instituto Privado de Pediatría, ubicado por entonces en España 312. Allí fueron registrados bajo los nombres de Soledad López, ingresada el 4 de marzo de 1978, y NN López, ingresado el 10 de marzo del mismo año. Ambos aparecen como retirados juntos el 27. Cerca de la medianoche del mismo día, una niña de aproximadamente un mes de vida fue abandonada en la puerta del Hogar del Huérfano de Rosario, donde recibió la identidad de NN María Andrea. El 3 de abril el Juzgado de Menores N° 2 de esa ciudad la otorgó en adopción a una familia de Ramallo, provincia de Buenos Aires. La hija de Raquel Negro vivió 30 años con su familia adoptiva, con el nombre de Sabrina Gullino, y en diciembre de 2008 pudo conocer su verdadero origen: que no había sido abandonada, sino sustraída de los brazos de su madre, luego asesinada y su cuerpo hecho desaparecer.

Dos hechos

El mellizo varón, según la versión del testigo y también personal civil de Inteligencia Eduardo Costanzo, falleció en esos días. Sin embargo, no hay pruebas de esa hipótesis y todavía sigue siendo buscado por sus familiares de sangre. En su resolución de ayer, el juez Zonis aclaró que la elevación a juicio es por el robo de los dos menores, sin perjuicio de que la investigación continúe en un expediente aparte.

Esta aclaración no es un dato más. Si los procesados serán juzgados por dos hechos, se espera que la pena que eventualmente se les imponga sea mayor que si fuera por uno solo. Para la calificación legal de los hechos, Zonis hace suyas las especificaciones de los fiscales Mario Silva y José Ignacio Candioti en su requerimiento de elevación a juicio, y dice que la infracción a los artículos 139 inciso 2 y 146 del Código Penal es adecuada a la conducta desplegada por los imputados. Esos artículos se refieren a la supresión de estado civil de menores de 10 años y la sustracción de niños del poder de sus padres, tutor o persona encargada.

Según se informó a UNO, Zonis también se acogió a la pretensión de los fiscales en cuanto a que se debía desestimar la oposición de la defensa, clausurarse la instrucción y elevarse los autos a debate, y así resolvió. Además, formó causa separada para la averiguación del paradero del hijo varón de Raquel Negro.

El extenso auto de elevación también contiene un relato de la prueba recolectada, testimonial, documental e informativa. Hace referencia a Trimarco y a la suspensión del proceso en su contra que dictó la Cámara Federal de Apelaciones de Paraná debido a su incapacidad mental. Hace una síntesis del planteo de la defensa, que se opuso a que el expediente sea llevado a juicio –el juez ya había rechazado la semana pasada las oposiciones de prescripción y de nulidad de las actuaciones, presentadas por el imputado Juan Amelong– y hace caso al pedido de desestimar esos plantos de la Fiscalía y los querellantes Sebastián Álvarez, Sabrina Gullino y la agrupación Hijos Paraná –representados por los abogados Marcelo Baridón, Álvaro Piérola y María Florencia Amore–, la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo y la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación.
También menciona a los fiscales, al afirmar que “realizaron una prolija reseña de los autos, entendiendo que existen suficientes elementos de cargo para elevar la causa a juicio”, y al sostener que los hechos investigados “son imprescriptibles”.

Quiénes van al banquillo

Los procesados se desempeñaron durante la dictadura en el Destacamento de Inteligencia 121, ubicado en Rosario. Fueron los responsables de organizar el traslado de Raquel Negro desde uno de los centros clandestinos de detención de esa ciudad hasta la maternidad clandestina del Hospital Militar, donde nacieron los mellizos que luego fueron robados. Ellos son:

• Pascual Oscar Guerrieri, segundo jefe del 121.

• Jorge Alberto Fariña, jefe de Operaciones Especiales del 121.

• Juan Daniel Amelong, segundo jefe de Operaciones Especiales del 121.

• Walter Salvador Pagano, jefe de la sección Inteligencia Especial del 121 (agente de calle).

• Marino Héctor González, segundo jefe de la sección Inteligencia Especial del 121.

• Juan Antonio Zaccaría, personal militar, médico anestesista, jefe de Terapia Intensiva del Hospital Militar . Al momento de su detención prestaba servicios en el San Martín.

Por otra parte, ya se había declarado la extinción de la acción penal contra Paúl Alberto Navone, quien era personal militar con funciones de “apoyo” en Paraná, tenía la función de conexión entre Rosario y la capital entrerriana, y se suicidó el 25 de febrero de 2008. A la vez, se suspendió el proceso contra Juan Carlos Ricardo Trimarco, comandante de la II Brigada de Caballería Blindada, por incapacidad mental. Y están fallecidos los médicos Luis Levín y Luis Beret, director y subdirector del hospital respectivamente, al momento de los hechos.


Alfredo Hoffman / De la redacción de UNO

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